Historia

Para conocer la historia de Alcalá del Obispo, hace falta utilizar la toponimia. Alcalá proviene del árabe "Qalá", cuyo significado es el de "castillo". Y es que arriba, en lo más alto del pueblo posiblemente se alzó primitivamente una fortaleza, de la que no quedan restos. Pero en algunos documentos antiguos, se habla del castillo de Alcala del Obispo, como el de otros muchos lugares que estuvieron fortificados. Posteriormente se le añadió "del Obispo", en virtud de los señoríos ejercidos, incluyendo el de Montearagón. 

Todavía hoy, algunas casas muestran su noble pasado, con portadas de medio punto y escudos de armas en sus fachadas. 

Hablar de la historia de Alcalá del Obispo es narrar la historia de los pueblos de su alrededor. Como es el caso de Ola, uno de sus núcleos urbanos del cual se ha extraído la siguiente documentación del Archivo Provincial de Huesca:

Primera mención: en enero-febrero de 1104, en la concordia realizada por el obispo de Huesca y el abad de Montearagón (Ubieto Arteta, Cartelario de Montearagón, nº38).

Propiedad de la tierra:

El 22 de diciembre de 1287 ALfonso III de Aragón mandó a Martín Pérez que restituyese el lugar de Ola a Teresa Jiménez y Gombaldo de Tramacet a cambio de Ibi, en Valencia (SINUÉS, nº1343).

El 20 de septiembre de 1388 Juan I de Aragón vendió a Bernardo Galcerán de Pinós la Honor de Blecua, con su lugar de Ola (SINÚES, nº 565 y566). 

En el siglo XVI era de Carlos Heredia (DURÁN, Geografía, p.72).

En 1620 era de Martín de Bolea. 

 

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