A orillas del río Botella se asienta este pequeño núcleo poblacional en el que podemos contemplar una buena muestra de arquitectura tradicional de la Hoya. La piedra, el tapial y el ladrillo se convierten en los materiales más utilizados. Portadas en forma de arco de medio fechadas en el siglo XVIII con dan acceso a viviendas de hasta tres plantas. Se conservan escudos de armas de algunas de las familias más nobles de la pedanía como es el caso de los Aysas, Aquilves (1782), López y Zamora (1760).
Ello se completa con otros elementos de interés como la fuente-pozo excavada bajo tierra con varios tramos, conservando entre el segundo y el tercero un arco de herradura desfigurado, y vinculado al periodo árabe.
Por último, cabe destacar la parroquial levantada en el siglo XVII dedicada a Santa Cruz, con tres naves cubiertas por bóvedas con lunetos, la central, y con arista las laterales. La torre se remata con un airoso chapitel piramidal de época posterior.
En las inmediaciones del pueblo es posible practicar parapente y vuelo sin motor cerca de Monflorite.